domingo, 22 de abril de 2012

Medievales

   Hemos llegado a SIBIU ciudad medieval que se remonta al siglo XII, teniendo tres anillos concéntricos de muros amurallados, alguno aún conservado datando estos de los siglos XIII a XVIII.

   Los colonos alemanes la llamaron  Hermannstadt, siendo en estos momentos una de las ciudades medievales mas grandes de Rumania.

   La parte alta de la ciudad es la que contiene la mayoría de los monumentos, y la parte baja donde se encuentran las plazas y las casas.
   Hay dos plazas cercanas una de otra, llamadas la Plaza Mayor o grande y la Plaza Menor o chica. Y otra plaza llamada  Plaza Huet ,que es donde está la Catedral Evangélica, anteriormente fue católica húngara conservando en su interior pinturas medievales y un órgano con los tubos mas grandes de Rumania.
   Frente al museo Astra se encuentra la Iglesia jesuita de estilo barroco, y a la izquierda de esta la Torre del Consejo.
    Hay otras torres que se encuentran en  las murallas orientales de la ciudadela y tienen nombres de los que las ocuparon como: los Arcabuceros, los carpinteros, o los Alfareros.
    Y teniendo museos de Historia o el de Farmacia, el más llamativo es el Nacional de Brukenthal, diseñado por el gobernador de Transilvania Samuel de Brukenthal, su interior es barroco y rococó, pero las pinturas que ahora tiene no son originales.
    También nos llevaron a ver  “el puente de los mentirosos” siendo de hierro forjado y sin ningún pilar de apoyo a la vista.

    Pero si por algo es famosa esta ciudad es por las casas que rodean a la plaza mayor, siendo en las azoteas de estas donde se encuentran los famosos ventanucos ovalados pareciendo ojos, y sus tejadillos superiores semejando a párpados.

                  Seguimos ruta hacia BRASOV, que es una de las mayores ciudades sajonas, conservando aún un centro de estilo medieval.
   Lo mas imponente y visible es la Iglesia Negra, llamada así  desde que un incendio, provocado durante el asedio a la ciudad por los Habsburgo, la dejo de ese tono además de matar a mas de tres mil personas. Fue mas tarde el emblema del protestantismo transilvano.
   En su interior hay unos reclinatorios decorados siendo las pinturas en ellos los que  identificaban a los gremios a los que pertenecían, y esto era de uso exclusivo.
   Tienen una colección de 119 mantas de Anatolia, regalo de comerciantes o soldados turcos. En verano se celebran conciertos de órgano.
    Otra de las iglesias, es la ortodoxa dedicada a san Nicolás, con unas torres de agudos pináculos.
    Esta ciudad también está protegida por murallas, de las que se conservan pequeños tramos, siendo el mas importante el construido por el gremio de los  tejedores en el s. XVI.
    Para entrar a la ciudad había unas puertas, siendo la Puerta Schei la que separaba la ciudad sajona del pueblo rumano, y por la Puerta Ecaterinei, los rumanos que querían entrar en Brasov solo podían hacerlo determinados días a la semana, previo pago de peaje.
    Como otras ciudades, tienen un museo de Historia y otro de Etnografía, y el dedicado en el barrio Shei, al  recuerdo de la primera escuela rumana, donde también se encuentra una imprenta.
     Hay visitas que se pueden obviar, pero pienso que las guías se ven un poco  coaccionadas por los responsables de Turismo en Rumanía.

     Ya quedando poco para terminar el viaje, os dejo descansar hasta mañana.


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