La capital

Como llegamos con las horas cambiadas, y ya un poco cansad@s al hotel en Bucarest, entre adaptarte al lugar, ducha, cambio de ropa y preparación para salir a cenar como estaba programado, empezamos a tener conciencia, de que eramos viajeros con nivel de renta, y de esta manera reflexionas que a todo ganan por encima y por debajo y que una cura comparativa nunca sobra.
La cena que nos tenían programada en un restaurante de lujo,con bellas cristaleras, pinturas murales, columnas de maderas, etc, pero a todas luces no era el lugar al que acudiría la clase media del lugar, ya que los sueldos altos de un profesional como un médico está por los 300€ y aquella cena costaba 30€ sin bebida.

Esta fue copiosa y perfectamente servida con el añadido de que unos bailarinas sacaban a bailar a los comensales, en un alarde de crear ambiente con el pasado siglo, y la época suya esplendorosa al que se refieren continuamente, supongo que porque el pasado reciente y el presente no les da motivos de alegría.

Quizá haya algo de vida nocturna pero la luz en las calles escasea desde ciertas horas lo que se evidencia mucho mas en pequeñas ciudades.

Aconsejo a gente que no tenga problemas para viajar por su cuenta que aunque solo sea para ver Bucarest y alrededores, lo haga porque descubrirá por poco dinero una ciudad que ha sido muy bella, una gente generosa, y un pasado que ayudará a reflexionar, ya que solamente conociendo lo que este país ha sufrido con las guerras, lo que aguantó a un dictador, que como todos, arrasó un pasado, deportó a sus propios conciudadanos, eliminó a los intelectuales y las libertades, creó miedo y sumisión, y a pesar de todo, aunque lentamente van saliendo adelante, se sienten mas o menos felices con lo que tienen o están consiguiendo, pues produce esperanza, y sobre todo a hermanarnos en su lucha.

El ser humano es complejo, porque repite las mismas historias en distintos países, pero por eso la imagen de que otros olvidan, se recuperan y cambian, permite aventurar que estas gentes con algunos años aún por delante podrán asimilarse al resto de Europa, que ahora ciertamente empieza a plantearse su futuro económico.

Y digo gente sin problemas mas que nada de salud, porque en nuestro grupo había personas con algún problema al caminar, y de hecho al ser el pavimento casi generalizado de adoquines, los que suelen estar mal conservados, y además de ser cansado andar por ellos, pueden provocar alguna caída como sucedió con una de nuestras viajeras, lo que hizo que diese literalmente con la cara en la piedra y el resto del viaje ya no necesitase pintarse por lo menos un ojo que le tuvo de color morado y en diversos azules el resto del viaje.

Hay que llevar un ritmo mas o menos ágil para no romper el grupo y la fila, pero eso no siempre se consigue y al final se tarda mucho en recibir las explicaciones de la guía o te pierdes de entrar o conocer mas lugares. Además que indudablemente la agencia organiza el programa a SU conveniencia (donde tiene más beneficio) y por lo tanto estas bastante coartado. Asi que si vas con tu propio tiempo y programa lo rentabilizas mejor.

Las personas con problemas de alimentación sobre todo para comer cerdo, al tener los menús ya apalabrados, se resienten ya que te lo dan de todas las maneras posibles puesto que para ellos es el alimento mas barato y cercano, cada familia que posee una vivienda a la orilla de la carretera tiene un pequeño huerto, unas gallinas, y un cerdo.

Bucarest se está modificandose, se moderniza, aunque el entramado de cables que abundan por doquier, se arraciman en cualquier lugar dando una sensación de atraso, no quita belleza a esos edificios de pasado otomano, a esas iglesias ortodoxas, a esas calles medievales.

No pongo nombres ni fotos o mi admiración por los lugares vistos, porque en cualquier guía turistica editada, se puede encontrar, y a mi solo me queda constatar que es cierto lo escrito.