Vamos
bajando y llegando al centro del país pasando por Targu Mures y Sighisoara.
La primera
es una ciudad urbana, universitaria y con gran vida cultural, lo que ya la
diferencia de los otros lugares por los que hemos pasado.
En las calles también se oye hablar en
rumano, porque fue ocupada por los secklers que protegían
las fronteras para el
rey húngaro.
Los
emblemas rumanos y húngaros, conviven
sin problemas y el aspecto de la
ciudad es mas moderno y de mayor nivel económico
Alrededor
de la plaza de las Rosas encontramos la Catedral Ortodoxa,
y en el otro extremos el Palacio de la Cultura llamativo su tejado con azulejos
amarillos, rojos y azules, diseñados y fabricados por húngaros.
Hay otros palacios y Museos como el de
Etnografía, e Historia o Arquieología. Asimismo
unos buenos Teatros en el que el
Ariel es famoso por sus representaciones
con marionetas o pantomimas.
La
biblioteca fue fundada por el conde
Samuel Teleki siendo de las primeras
creadas en el lugar que entonces pertenecía a Hungría.
Y para
terminar la visión cerramos con la
ciudadela medieval siendo creada para proteger al pueblo y a una Iglesia
Protestante, ahora se utiliza para actos culturales, con afluencia de público
juvenil.
El
siguiente punto es Sighisoara, villa
muy atractiva con su muralla intacta y
por ello se ven dos ciudades, la Ciudad de Abajo, y la otra
la que se erige en la Colina
de la Ciudadela.
Es una
ciudad-monumento de arquitectura medieval inscrita en el patrimonio universal ya que conserva muy bien el aspecto
gótico rural, renacentista y barroco.
Tiene 14 torres de defensa aunque solo se conservan
9 y todas llevan los nombres de los gremios artesanales como: la de los
fabricantes de soga, los pellejeros, los carniceros, estañadores, etc.
Los
sajones se empezaron a instalar en el
S:XII, pero las casa mas antiguas que se
conservan son del S:XVII, ya que fueron construidas después que un incendio
arrasase, la ciudad.
Es
llamativo el color fuerte y diferente
que se aplica a las paredes de las viviendas, y como aquí también intentan
sacar provecho a la historia de Drácula, puesto que se supone fue aquí donde nació
el príncipe de Muntenia, cumpliéndose en estos días los 100 años de la muerte
del escritor Bram Stoker creador del mito, que en el lecho de su muerte e
influido (se supone por su propia criatura) solo repetía “Strigoi (Espíritu
maligno).
Se puede ver
la torre del reloj, que protege la puerta de la Ciudadela, representando
su reloj a través de unas figuras de
roble, los dioses míticos que dan nombre a los días de la semana.
La Iglesia del Monasterio
Dominico conserva un retablo de estilo barroco, y para ver la Iglesia del Cerro hay que
subir hasta la Colina.
Esto se
hace a través de la escalera de los Estudiantes construida por estos
estudiantes que asistían a la escuela alemana que se encontraba en la colina.
Es de madera cubierta y muy empinada, por lo que aconsejo a personas con
problemas de corazón, claustrofobia, o movilidad no intentar llegar arriba,
aunque se pierdan las vistas.
Y a título personal tampoco perder el tiempo viendo el” museo” de
las torturas aunque comprendo que l@s guías tengan que “dar propinas” a cuantas
mas gentes mejor.
Y con
el cansancio que dar caminar por empedrados, continuaremos en dirección a SIBIU.
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