viernes, 20 de abril de 2012

Centrándonos




         
 Vamos bajando y llegando al centro del país pasando por Targu Mures y Sighisoara.

           La primera es una ciudad urbana, universitaria y con gran vida cultural, lo que ya la diferencia de los otros lugares por los que hemos pasado.
           En las calles también se oye hablar en rumano, porque fue  ocupada por  los secklers que protegían
 las fronteras para el rey húngaro.
            Los emblemas rumanos y húngaros, conviven  sin problemas y  el aspecto de la ciudad es mas moderno y de mayor nivel económico

            Alrededor de la plaza de las Rosas  encontramos la Catedral Ortodoxa, y en el otro extremos el Palacio de la Cultura llamativo su tejado con azulejos amarillos, rojos y azules, diseñados y fabricados por húngaros.

          Hay otros palacios y Museos como el de Etnografía, e Historia o Arquieología. Asimismo  unos buenos Teatros en el que  el Ariel  es famoso por sus representaciones con marionetas o pantomimas.

          La biblioteca fue fundada por  el conde Samuel Teleki siendo de las primeras  creadas en el lugar que entonces pertenecía a Hungría.

         Y para terminar la visión  cerramos con la ciudadela medieval siendo creada para proteger al pueblo y a una Iglesia Protestante, ahora se utiliza para actos culturales, con afluencia de público juvenil.

           El siguiente punto es Sighisoara, villa muy atractiva con su muralla intacta y  por ello  se ven dos ciudades, la Ciudad de Abajo, y la otra la que se erige en la Colina de la Ciudadela.
           Es una ciudad-monumento de arquitectura medieval inscrita en el patrimonio  universal ya que conserva muy bien el aspecto gótico rural, renacentista y barroco.
            Tiene  14 torres de defensa aunque solo se conservan 9 y todas llevan los nombres de los gremios artesanales como: la de los fabricantes de soga, los pellejeros, los carniceros, estañadores, etc.
              Los sajones se empezaron a instalar  en el S:XII, pero  las casa mas antiguas que se conservan son del S:XVII, ya que fueron construidas después que un incendio arrasase, la ciudad.
              Es llamativo el color  fuerte y diferente que se aplica a las paredes de las viviendas, y como aquí también intentan sacar provecho a la historia de Drácula, puesto que se supone fue aquí donde nació el príncipe de Muntenia, cumpliéndose en estos días los 100 años de la muerte del escritor Bram Stoker creador del mito, que en el lecho de su muerte e influido (se supone por su propia criatura) solo repetía “Strigoi (Espíritu maligno).
              Se puede ver  la torre del reloj, que protege la puerta de la Ciudadela, representando su reloj a través de unas figuras  de roble, los dioses míticos que dan nombre a los días de la semana.
              La Iglesia del Monasterio Dominico conserva un retablo de estilo barroco, y para ver la Iglesia del Cerro hay que subir hasta la Colina.
             
              Esto se hace a través de la escalera de los Estudiantes construida por estos estudiantes que asistían a la escuela alemana que se encontraba en la colina. Es de madera cubierta y muy empinada, por lo que aconsejo a personas con problemas de corazón, claustrofobia, o movilidad no intentar llegar arriba, aunque se pierdan las vistas.
              Y  a título personal  tampoco perder el tiempo viendo el” museo” de las torturas aunque comprendo que l@s guías tengan que “dar propinas” a cuantas mas gentes mejor.

               Y con el cansancio que dar caminar por empedrados, continuaremos en dirección a SIBIU.
           


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