martes, 30 de septiembre de 2014

Arrivamos


Aparcamos

Tras una espera de mas de 4 horas en el aparcamiento del ferry, ya que te recomiendan llegar antes de dos horas antes de la salida, y no es fácil calcular una vez en carretera, lo que puede suceder, pues cuando llegas sea la hora que sea intentas aparcar y relajarte hasta la hora de salida, pero lo que no está avisado, es que una vez aparcado el coche,ya no le puedes mover porque otros van poniendose en fila, y tampoco te puedes marchar a dar un paseo porque no hay buenos medios de comunicación aparte de un taxi, si quieres distraerte por Barcelona.
Asi que te ves un montón de horas mirando al barco en el que vas a pasar la noche, y observando quienes son los dueños de los coches que rodean al propio.
Me supongo que por cosas de la crisis, tampoco  la estación marítima ofrece ningún tipo de oferta de distración, ya sea con venta de revistas, periódicos, ni incluso apenas nada de restauración, asique si no has llevado tus propias viandas o lecturas el tiempo se hace tedioso y  hasta problemático si tienes hambre, o quieres algún tipo de bebida, que por baja demanda o menos ganancia no interesa ofrecer.

NO se debe olvidar que si se ha comprado el pase por internet, es imprescindible pasar por la taquilla para que te conviertan  esa reserva en billete que con su código de barras sirve para controlar todo el acceso al barco. 

Una vez que te acomodan el coche y tu mismo, ya solo es armarse de paciencia, intentar tomar algo de alimento, y colocar el cuerpo lo mejor posible, para pasar una noche que se hará larga, el barco tiene sus ruidos, y  sus muchas personas en movimiento.

Las  personas que viajan en barco, la mayoría son jóvenes mochiler@s, que por su bajo precio si solo  cogen el trayecto , les compensa la incomodidad de viajar sentados o tumbados en cualquier rincon del barco, aunque algunos encuentran rápido acomodo en los sofás de los distintos espacios abiertos toda la noche, y otros que no quieren ruidos o estar expuestos a la luz , buscan un rincón en la zona vacía del departamento de los sillones, y  con sibaritismo absoluto inflan un colchon de camping y se tumban a pasar mejor noche que los que lo tienen que hacer, y habrán pagado por ello, en lo sillones.

El dia que nosotros viajamos, tambien lo hicieron un numeroso grupo de jubilados franceses que pertenecian a un club de entusiastas del Alfa Romeo, y pensaban llegar a Italia con sus coches descapotados, para atravesar "Les Pouilletes"... a mi me parecia una locura, jugarse la vida por esas carreteras de montaña italianas, y compitiendo con los italianos que conducen como tales...pero esa panda de franceses daba la impresión de estar felices.

Y  algo inesperado fué asimismo que compartimos barco con una convención de la marca textil Desigual, que habia reservado salones,camarotes etc, para aleccionar, y contentar a un monton de jóvenes, supongo que dueñas o dependientas de la franquicia que  hay por  Europa,y que tenian programado todo el tiempo que iba a durar el trayecto .

Pasas la noche y tras 12h. llegas a puerto. Y ya nada mas arrivar descubres  que te tienes que acostumbrar, por lo menos en nuestro caso, a dos cosas, una la luz magnifica, intensa,del Mediterraneo, y  la prohibición de no circular a mas de 50 km, por la mayoría de la carreteras, que  son realmente pequeñas y estrechas, sin arcén y  sin muchas posibilidades de modificar la ruta en caso de equivocación.

La isla esta conectada de norte a sur y de este a oeste por Stradas Statales  o sea SS. No es muy  larga la distancia de norte a sur, pero y a pesar que en esa carretera hay autopista, no baja de las 3 o 4 horas que puedas hacer el recorrido, solo ida.

Para ir por el interior de la isla a veces te lleva casi las mismas horas debido a lo complicado del terreno, incluso debido al tráfico en ambas direcciones, puesto que solo hay dos, como sucede, si quieres llegar a Bosa por ejemplo desde Capo Caccia.

Es una isla  para cambiar  el ritmo.

                                                                    Marga (septiembre 2014)

lunes, 29 de septiembre de 2014

ISLA DE CERDEÑA



CERDEÑA.

Esta foto corresponde a un pequeño espacio entre Alghero y Fertilia, donde he pasasdo unos días de Septiembre, pero por ese gafe mio ante los viajes, tambien he ido enferma esta vez de tiroiditis , lo que me impidió tener los cinco sentidos al total disfrute, pero hay van mis reflexiones.


Voy a ahorrar mucha información sobre esta isla, porque hoy internet responde a casi todas las preguntas, pero no hay como la experiencia para poner las cosas reales.

Yo llegué por ferry a la costa norte  en Porto Torres , ya que el plan para 7 días  era poder conocer la zona norte sin muchos agobios a la hora de organizar los tiempos. Lo recomiendo totalmente. Nosotros llevamos coche, pero si se va en avión es necesario alquilar un coche, puesto que no hay buenos medios públicos de comunicación.

Las lenguas habladas en Cerdeña son el italiano, y el sardo, pero te puedes entender en español. En algunas zonas del norte les gusta hacer alarde de hablar reminiscencias del catalán, que por otra parte es la población turistica que mas afluencia lleva a la isla, comprensible dada la facilidad de comunicación por mar y aire.


Las costas que yo ví eran altas y rocosas, paralelas al litoral con cabos y bahías, y en algunos casos confluian unas rías, como en el lugar donde estabamos, que tras el hotel se situaba un magnifico camping,  con primera linea a la ría, y cruzando la carretera, tenian toda la bahía de Alghero a su disposición.

Los días que yo estuve hizo un magnifico tiempo,aunque el viento no despejaba las nubes antes de las 10 de la mañana, y ese mismo viento dejaba preciosas fotos al atardecer.

En los próximos blogs, aportaré mi visión sobre las reflexiones de estas vacaciones, que supongo serán parecidas o totalmente opuestas a las de otro@s viajer@s, porque somos el "yo" y "nuestras circunstancias".


 

domingo, 28 de septiembre de 2014

Tras el orto, el ocaso

                                                   Ocaso
                       Impresiona saber
que el tiempo es una nada,
Que los ojos que te miran
son solo rumor de agua
Que las manos que saludan
son calor de una llama
Que los recuerdos están grabados
al hierro de una fragua.

Impresiona tener
un camino de velas encendidas,
un mar de olas espumadas,
un cielo de luces blanquecinas
un suelo de huellas vaciadas.

Se van sumando los años,
como en una partitura recién escrita ,
en una historia  ya conocida
Es un abrirse de brazos,
un luchar por  hacer vida.
Con los hombros doloridos,
y unos puños apretados, 
Buscando unas pocas caricias,
recordando besos lejanos.

Un pasillo sin algodones,
ni piedras, ni flores,
No todos los días claros
ni constantes en nubarrones,
pero, pasan los años

Y se quedan, pensamientos de celofán en pequeños  envueltos
deseos secos, en cajones vacíos
sueños de lana en telares de proyectos.

Llorando en silencios, bajo la almohada,
guardo el diente para el ratón . 

                              Marga ( Septiembre 2014)