Hacia el norte

La próxima primavera

Dios vino a cubrir un tesoro aquí en el valle:
joven follaje del abril esperado.
-¡Más que el rayo de la luna el agua se calle!
Sobre ligeras hojas pase callado.
( Fragmento de Paul Celan)

Y aunque fuimos de viaje a finales de Marzo,hizo frío,bastante, aumentaba a medida que subíamos hacia el norte donde incluso aún tenían neveros a pie de carretera.

Buenos días (Bunã ziua), nos ponemos en camino, en un autobús que se supone bueno; pero nada que ver con lo que aquí llamamos con esa palabra, y esto se repite a todos los niveles, léase hoteles, alimentación, vivienda, incluso leyes, supongo que lo primero por el bajo nivel económico y la falta de recursos, y lo segundo porque si por ejemplo no hay buenas carreteras, ni buen parque automovilistico, las leyes por ejemplo, de circulación solo en pequeños momentos se podrán cumplir.
Y ya que estoy con el tema, nosotr@s no lo usamos pero la guía nos advirtió que los taxis, suelen ser baratos pero que hay que fijarse bien en la indicación de las tarifas que cada coche debe tener escrito en la parte exterior del coche, y si no estas atent@ puedes duplicar el precio de la carrera. Los taxis son de color amarillo y no se deben coger otras ofertas porque suelen timar.
Recomiendan que en Bucarest se vaya andando, en bus, o metro ya que hay un caos circulatorio, muchas obras y las retenciones en el taxi se pagan caras.

Pero nuestro grupo tenía contratado el bus y el chofer para todo el viaje,y es una ayuda que tuviese consideración con el grupo cuando después de mas de 2 horas de viaje, le pidiésemos una "paradita" no prevista, para el "pis" idem. Estas cosas deberían estar contempladas en el programa cuando los viajeros ya no son jóvenes,y sobre todo en estos países que no tienen una gran red de gasolineras donde "repostar".
Y es que las carreteras aunque se están mejorando,son malas, la mayoría de dos direcciones, aún hay mucho carro tirado por el caballo que no tiene prisa, ni el amo tampoco, y es como retroceder en el tiempo casi un siglo en los pueblos españoles.
Llevan normalmente leña, o forraje para los animales.

Y esas miradas por la ventana ya nos van poniendo distancia con la capital, y sugiriendo que los pueblos aun subsisten con sus propios medios y sin economía para comprar maquinaria, siguen arando el campo con el mulo, cortando leña con hacha, y sin pavimentar el suelo de las viviendas donde encima del suelo ponen unas alfombras, aunque el 2º piso suele ser de madera.
Normalmente se lava en la calle, y se calienta la casa con una estufa de leña.

Al lado de esas viviendas envejecidas pero de bella planta, hecha normalmente por el dueño y tratando de diferenciarla del vecino con pequeños detalles, ya sea una cruz en madera, o escayola o pintada en medio de dos ventanas o sobre la puerta (signo de cada bendecida), hay otras que se están a todas luces mejorando con dinero ganado fuera y que ya dota a las viviendas de mejoras tanto en el interior como el exterior, empezando por lo último para que todos los vecinos sepan que "lo han conseguido".

Pero como están orgullosos de su pasado y la verdad como tampoco tienen tanto que enseñar, nos llevaron a visitar el Museo del Pueblo, que se fundó en 1936, estando al aire libre, con una extensión de 30 acres a la orilla del lago Herastrau en el mismo parque.
En este lugar bellísimo(mejor con buen tiempo) aún vive en el Palacio el rey Miguel.
Hay unos 50 edificios representativos de la historia y diseño de la arquitectura rural rumana.
Fueron las propias familias del los distintos lugares las que se trasladaron ese sitio para allí mismo reproducir todo el ambiente,se usó el mismo material original lo que muestra como es todo artesanal pero bonito. Utilizan para el tejado una cerámica tipo teja plana con borde liso ovalado para permitir el arrastre rápido o caída de la nieve, que no olvidemos, dura casi 5 meses.
Por eso no tienen canalones y la nieve cae directamente al suelo donde si han puesto una especie de medio canalon que vierte el agua a otro punto y utilizan para riego y otros usos.
Hay otros museos que suman información a este como es el del Campesino Rumano, en Bucarest, o el de la Civilización Popular Tradicional (ASTRA) situado a 6km de Sibiu.

Y antes de comer aún tenemos tiempo de parar en Marasesti, donde hay un monumento conmemorativo en memoria de las batallas de la 2ª Guerra Mundial.
De lugares conmemorativos de guerras tienen unos cuantos porque creo que no se han librado de nada,por estar tan rodeado de fronteras, y que les ha dejado un mar de muertos a lo largo de los siglos.

¡Salud, buena suerte! Noroc!