domingo, 22 de abril de 2012

la revedere rumanía


              
             
 
               Nos vamos acercando al final del viaje (que no al viaje final) y aún nos quedan de ver algunos castillos  como el de Bran y Peles.

      Y no podíamos terminar sin  quitarnos la sombra de Drácula ya que el castillo de Bran, que solo fue de el por poco tiempo cuando conquistó este espacio en el S.XV. Antes había albergado  a una guarnición fronteriza y mas tarde perteneció a los sajones, pero ya en el S.XX se le cedió a la familia real rumana, y  estos momentos, pertenece a los descendientes de los Habsburgo que piden 50 millones de Euros a la corporación municipal si quieren recuperarlo.
       
    El castillo  Peles, fue comenzado por el rey Carol I en 1866, y se terminó en 1914, siendo una mezcla de neorrenacentismo  alemán y neogótico.

       Cercanos a este están los palacios de  Pelisor y Foisor.  El primero parece un chalet de montaña y fue la reina Maria de Rumania la que decoró el pasillo y habitaciones con motivos modernistas.
        Se dice que el de Foisor construido por Ceausescu en lo mas alto de la colina, lo hizo para quedar” por encima “de la familia real.

        Es en este lugar de Sinaia donde han quedado más recuerdos de la familia real incluido el monasterio que fue fundado  por el príncipe de Muntenia, llamado Mihai Cantacuzino. Contiene objetos e iconos religiosos, y una exposición de  objetos de cerámica y porcelana.

       Y terminamos el viaje que podíamos haber hecho a la inversa, y quizá cambiando la M de Marzo por la M de Mayo y quizá nos hubiese hecho menos frío, que es lo que nos ha impedido ver con mas comodidad  todas estas ciudades  que al estar en el trazado de los Cárpatos son muy bellas, cuando están nevadas idóneas para practicar esquí o en verano para hacer senderismo, pero esta primavera ha sido fría y húmeda.

           Quiero hacer un breve comentario sobre los romaníes o llamados gitanos por los mismos rumanos, a los que controlan y temen como el todos los lugares donde se asientan ya que son nómadas y que  sus propias tradiciones fácilmente reconocibles en su atuendo, los hombres con sombreros y las mujeres con largas faldas de colores. Muchos romaníes  son originarios del continente indio y tienen un idioma particular que no es el propiamente rumano, lo que se une a que tampoco entienden  el sistema de vida en Europa, por lo que es difícil integrarlos.
          Moviéndose en clanes  algunos  han mejorado de vida, otros  pretender seguir viviendo como músicos o caldereros de cobre, y otros  de la mendicidad o los robos siendo por esto ultimo por lo que son perseguidos allá donde van, y por lo que lo rumanos no quieren ser asociados a ellos .

           Y ahora  un consejo, si queréis hacer  alguna compra, mejor la hacéis antes de pasar  al embarque en el aeropuerto, ya que en lei es todo más barato, comprobado en euros se dobla el precio.
           Las cremas de la Dra. Aslam que allí no usan mucho porque les parecen un lujo, mejor comprarlas en cualquier farmacia rumana.

           Y ya en el adiós mi recuerdo a las personas que conocí, entre ellas a Miguel, que se puso el traje típico de hombre rumano, y junto a la esposa del responsable del grupo que a su vez se vistió con el típico de mujer, nos deleitaron con su simpatía y generosidad en un final de comida “rumana”, repartiendo los postres y su bebida.
           También a ese grupo que nos encontramos en la parte trasera del bus con el que compartí  risas, y ratos.
            Y a todas esas otras que  desconocidas en la partida,  amigadas  en el regreso, con muchas fotos en la cámara y muchos recuerdos en el alma. Y lo escrito compartido.

La revedere…adiós
Hasta la próxima. MARGA


         

2 comentarios:

  1. He estado de viaje por eso no he pasado por aquí pero me he leido ahora todas tus entradas.
    Un abrazo

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    1. Espero que tambien cuentes algo de tu viaje, ahora que yo he terminado.
      Gracias y hasta otro blog

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