miércoles, 5 de mayo de 2010

Hoy empiezo explicando que la foto de ayer, la hice porque leyendo de izquierda a derecha aparecen mis iniciales del apellidos y nombre, Gutiérrez, Dominguéz Marga, me hace gracia, y cuando voy de viaje me fijo en carteles y cosas buscando apellidos o nombres familiares y es curioso porque los encuentras en los sitios menos previsibles.
A pesar del frio no deja de ser Mayo por lo que al igual que en Abril voy a dejar constancia de que este mes se siembra entre otras cosas las judias, calabacin, coliflor, etc y se plantan petunias, geranios, pensamientos etc, en el mercado como productos de temporada hay melón, aguacate, níspero y setas que con lo que está lloviendo no hay que esforzarse mucho para encontrarlas, asimismo berenjena, y judía verde como verdura y como pescado del momento hay bocarte, rape y verdel, o sea que esto estará más bajo de precio. De nada .
Voy seguir contando un poco como siguió la gafada del Sur, que en el momento de llegar al hotel, ya se torció bastante y se retorció total.
Nos dan un bungalò(así como suena) en vez de habitación de hotel, porque según la chica que nos atendió asi se habia pactado con los organizadores ????(pero lo ibamos a pagar cada uno independientemente),en fin nos ponemos a tirar de maletas por todo el complejo hotelero que tiene sus calles asfaltadas y tal pero que no tiene ni un maletero, por cierto estoy informando sobre y del "complejo Bahia Sur de San Fernando en Cádiz."
Llegamos al apartamento asignado y ya nos costó abrir la puerta porque estaba la cerradura seca y herrumbrosa a mi juicio sin usar desde el último verano, lo que quedó reafirmado porque al abrir, el olor era de entrar en un lugar que no había sido ventilado en meses, y no puedo explicar como es el olor de madera recalentada, y reseca de los muebles y si abrias las ventanas peor porque el estanque que rodea la urbanización tenía las aguas no solamente estancadas, sino con olor a podrido de las plantas que allí se encontraban, en fin que lo que decidieron que pareciese un vergel era un asco.

Eso si teniamos a nuestra disposición dos dormitorios,mas dos camas en el salón, mas unos sofás con sus fundas sin quitar, mas un baño con una ducha que disparaba el agua en todas las direcciones pero ninguna te caía encima, y el agua caliente era hirviendo sin término medio, pero teniamos cocina equipada, nevera vacia y plancha a la que se le iba el agua.
Y para rematar,unas luceras por donde entraba luz, día y noche (porque no apagaban los faroles) y unas ventanas sin persianas, con unas cortinas muy "cortinas" de tela tanto es así que no tapaban la ventana entera.
Rendida como estaba a pesar de esta información ocular y aplastante, decidí echarme a la cama y descansar que al día siguiente ya pensaría en solucionar problemas.
No pude dormir, y lo intenté pero en la 1ª cama que me acosté los muelles se me metían por toda la espalda(que la tengo como para bromas) y en la otra habitación que parecía tener un poco mejor el colchón, la luz que entraba por la ventana se me metía en los ojos y parecia que en vez de ser de noche lo que iba a dormir era una pequeña siesta.
Así que me resigné a añadir mas dolor y cansancio al que ya habia acumulado a cuenta del tren.
Y a la mañana siguiente, otra vez atravesar todo el complejo urbanistico para desayunar en el comedor del hotel, donde la opinión generalizada era de disgusto y resignación, ya que se sabía que no habia hoteles alternativos para poder cambiarse.

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