sábado, 9 de abril de 2016

Arrivederci- NAPOLES


y... HASTA LA VISTA

Ya hemos cerrado maletas y nos vamos para el aeropuerto, pero vamos a tardar en marcharnos algo mas de lo previsto...

Mientras vamos hacia el aeropuerto y damos el último adios y la última mirada, reflexiono sobre cosas que no hemos visto, como alguno de los castillos que aún se conservan en atalayas de lo que fueron la defensa de Nápoles, algunas otras cosas las vimos mientras teníamos algun tiempo libre y otras porque la vida aparece en cualquier rincón. Los animales no cambian su ritmo por mucho turista  que este

mirando.
En algunas ocasiones llegas en el momento exacto donde hay una maravillosa exposición de esculturas al aire libre, y que solo permanecerá abierta 15 días.
Un valor añadido a las sorpresas de todo viaje.

Sobre la importancia y valor de los castillos no escribo, porque  información detallada ya se encuentra al alcance por internet.

Lo mismo sobre tipismos y costumbres, aunque si puedo decir que disfrutamos al comer una pizza Margherita en la cuna de su lugar de invención, y descubrimos como cada pueblo adapta a sus costumbre la forma de hacerla. Yo al menos no la pongo queso de búfala, ni tomate seco en su contenido, y la masa por supuesto la compro hecha, asi que no se me suben los bordes como debe ser.
Algo similar pasa con la inmensa variedad de pastas y preparación, le añaden cualquier cosa, sea carne marisco o pesacado. tomatitos parecidos al cherry, alguna hierba y ya tienen el plato diario
No tomé dulces, pero los helados son hermosos.

Cada viajer@, supongo reflexiona sobre cosas diferentes, y a mi los tipismos me llaman poco la atención, pero si quiero hacer mención a que Nápoles fué cuna de músicos, cantantes de opéra o música tradicional como la tarantela que en su momento tanto ellos como la música fueron famos@s, aunque a veces su memoria se pierde con el tiempo.
 No se mencionó apenas el tema de la Mafia, pero existir, existe.
Contaron como anécdota, que cuando las parejas se acercan en coche a un lugar costero un poco alejado, aparecen niños vendiendo periódicos atrasados, que por supuesto nadie necesita...pero si no compran... saben que serán cuando menos molestados...
Y claro eso se puede contar, lo otro no conviene.
Con todo , el viaje totalmente interesante.

El regreso complicado. Al llegar al aeropuerto, nos informan que tendremos retraso..."hay huelga de controladores franceses".
Se nos rompe la posibilidad de enlazar en Barcelona con el avión a Bilbao.
Llegamos  a Barcelona...6 h. para solucionar, esta situación, una cena fria a las 23de la noche en el aeropuerto. A las 24, nos recoge un bus para llevarnos a dormir...a Sitges. Hay que hacer cheking, a casi las 2 de la madrugada tenemos habitación. A las 4 de esa madrugada nos volvemos a preparar para hacer el viaje de regreso al aeropuerto de Barcelona y poder salir a las 7 en dirección a Bilbao.
Doy fe de la  buena cara de todos a pesar de la falta de sueño, pero una viajera de 89 años dijo que "era la última vez que cogía un avión".
Ya de regreso en casa, nos horroriza la noticia, de la masacre en el aeropuerto de Bélgica. Si no hubiesemos cogido el vuelo tan temprano, quizá tendría que añadir, alguna historia mas...
Viajar parece ser que se convierte en deporte de riesgo.

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