En el 66 ya fuí maestra. En el 75 madre, repito en el 79. Abuela en el 2013. Tiempo y memoria para ser y hacer y compartir.
lunes, 17 de junio de 2013
Sin cerradura
En un pueblo de Cantabria, madera sobre madera. Silencio y soledad
Madera y piedra
No había sol, no había sombra ,no se oía nada,
apareció a mi vista como un fantasma
no se le veía la cara,
solamente la silueta difuminada
Con la cabeza gacha y chal a la espalda
en un bastón para andar se apoyaba,
no ví la cara,
pero en el porte la edad adivinaba.
Entraba en su casa.
La puerta de madera del pueblo vacío
la sinmemoria de los que se han ido,
no era un fantasma
pero podía haberlo sido.
No volvió su rostro cuando la puerta
cerró con chirrido.
Un perro comenzó a ladrar
No vi su cara,
con ese misterio sin desvelar
me quedé observando la puerta
en la oscuridad.
marga ( abril 2013)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La soledad convierte en fantasmas reales a las personas que la padecen.
ResponderEliminarUn abrazo
Realmente allí no habia nadie, pero mi imaginación puso algo de vida porque la puerta lo merecía.
Eliminar