Estamos en verano y por razones de mantener tradiciones, los pueblos de España y con abundancia del mediterraneo, terminan sus fiestas con un fuego donde se queman imágenes, que no ideas.
La imagen de este blog no es un fuego es la de un sol en su atardecer pero que en su resplandor, recuerda a esos fuegos que suceden a lo largo de la península en días de verano, y provocan (al contrario que la observacion de la belleza que nos brinda el sol,) el pavor entre las personas , y la destrucción de la naturaleza, además de los costes económicos, y lo peor es que a veces están provocados intencionadamente.
Pues estas reflexiones en una tarde de verano me han puesto a escribir esto.
Nit del foc
El fuego necesario en invierno
terrible en un incendio
maravilloso en una hoguera casera
cuando observas sus movimientos.
El fuego que obliga al pirómano
tener necesidad de encenderlo
a sabiendas de que quizá muera
quien quede acorralado en su centro.
El fuego que aunque se apague
deja rescoldos un tiempo
El fuego que atrae, que destruye,
necesario en la forja, para
dar forma al hierro.
El fuego que domina y pelea
contra la lluvia y el viento
El fuego dejando señales en su rastro
consume papel, madera y sueños.
El fuego atrayente a los ojos
icinerador en cuerpo muerto
El fuego que se adora
que se teme, se busca, se apaga
según los momentos.
El fuego que empieza siendo llama
termina siendo incendio.
El fuego que arrasa con pasados y proyectos.
Este fuego...No es
de la nit del foc, donde se queman los muñecos
me estoy quemando y no retrocedo
es la locura, siento las llamas, alrededor
del cuerpo.
el fuego eres tú, lo sabes,
y yo quien se puso en medio
quizá me destruya, sino
encuentro un cortafuegos...
El amor no se controla
no existen los bomberos
Marga (Julio 2013)
Un bonito poema que nos presenta a ese fuego taicionero que nos consume y a ese otro fuego qu ees el amor. Un abrazo y feliz verano.
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