martes, 20 de mayo de 2014

Toledo, Greco y Rilke



Se terminó el invierno, y casi se termina la primavera  ya que  yo ya no se como pasan los días de rápido que no tengo tiempo de sentarme a poner unas letras en este blog.
También puede ser que he estado escribiendo otras cosas, que cada día hay mas personas escribiendo y mucho mejor que yo y por eso me relajo con sus lecturas y  no compito con ellas.

Pero hace poco tiempo he estado en Toledo, como es sabido esta esa ciudad en plena demostración de quien fue el gran pintor y admirador de sus gentes, y espacios.

Personalmente siempre me gustó este pintor en su "rareza" y diferenciación con los coetáneos y mas tarde ya viendo al natural sus cuadros entendí mejor su pintura.

Por lo que la excursión programada con guía a Toledo, me ha dejado un conocimiento mas profundo y a la vez he repasado la historia de esa ciudad, de España en esa época, y de la pintura que se hacía y para quien se hacía en esos momentos.

Voy a hacer un repaso de lugares donde hay exposición, aunque entrando en la web de turismo de Toledo supongo que vendrá todo, pero es posible que esto quede como memoria para el futuro.

No recomiendo ir a Toledo en verano porque el calor es enorme y las calles difíciles de caminar, pero si ir por lo menos una vez en la vida con tranquilidad para saborear esos museos, Iglesias, conventos con sus dulces...

Nosotros empezamos por la Sinagoga, seguimos por el Museo de Santa Cruz, La Catedral, la Iglesia de Santo Tomé, El museo del Greco, el convento de "Santo Domingo el Antiguo", etc, puertas y puentes aparte.

Y para terminar que lo que se lleva en la memoria, es difícil de explicar, yo me voy a apoyar en unos versos y los escritos de Rainer Maria Rilke que también pasó por esas calles de la edad Media.

                     
                              LA TRILOGÍA ESPAÑOLA

    De esa nube que irrumpe violentamente hasta cubrir la estrella que ahí estaba
    -y de mí-
    de esos montes al fondo que un momento
    contienen a la noche y a los vientos nocturnos
    -y de mí-
    de ese río en el valle que atrapa desde el cielo
    la claridad de nubes que se rasgan
    -de mí-
    de mi y de todo ello haz una cosa, oh señor;
    de mí y de lo que sienten los rebaños llevados al redil,
    rodeados por el vaho de sus hocicos , 
    aguardando el enorme y oscuro acabarse del mundo;
    de mí y de cada luz entre esa muchedumbre sombría de las casas
    haz una sola cosa, de mí y de los extraños, 
    pues ni a uno conozco, haz una sola cosa;
    de mí Señor, de mí , de los que duermen,
    de los viejos ajenos al hospicio
    que tosen en sus camas gravemente;
    de los niños borrachos por el sueño
    en el pecho de un desconocido;de tanto todo incierto y de mí siempre,
    nada más que de mí  y de lo que ignoro
    haz la cosa Señor, Señor,Señor,
    que es cósmica y terrestre, igual que un meteoro, sí: la cosa
    cuyo peso no es más que la suma del vuelo,
    nada más que llegada.
                                       (J.M.Rilke 1912)

                       
                                                             Marga   Mayo 2014